La Navidad puede ser estresante para las personas con trastornos digestivos crónicos. La Navidad puede traer emociones como la alegría pero también puede tener momentos de frustración por la restricción de alimentos o preocupación por los posibles síntomas tras las comidas, o incluso sensación de aislamiento por no poder comer lo mismo que los demás.
Si estas fechas te resultan un desafío, es importante que hagas lo posible para sentirte cómod@, y así puedas mitigar los posibles momentos de estrés y que tus digestiones sean óptimas y agradables. Para ello, puedes probar algunos tips:
- 🗣️ Habla abiertamente con tu familia, con tus amig@s o con las personas con las que te vas a reunir sobre tus necesidades.
- 🧘♀️Practica meditación o respiraciones profundas durante 5 minutos (es el tiempo suficiente para activar tu sistema autónomo parasimpático) antes de las reuniones, para reducir el estrés por la preocupación en torno a la comida.
- 🥗Lleva opciones de comida que disfrutes y sepas que no te hagan daño.
- 🍽️ Prueba un poquito (valora cual sería la cantidad más adecuada para que no te haga daño) algún alimento que tomen los demás para no sentirte tan aislad@, también puedes preguntar a tu médico o nutricionista la opción de tomar alguna enzima para ayudar a tu digestión.
Tanto tu bienestar digestivo como tus emociones merecen atención. Si estás estresada, tu intestino lo nota, produciendo síntomas como hinchazón, malestar o urgencia para ir al baño. Pero también ocurre lo contrario: un intestino irritado puede aumentar la ansiedad, el cansancio y la sensación de desesperanza.
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